La fabricación y eliminación de los neumáticos, una vez usados, supone un grave problema medioambiental. Primero, por la elevada cantidad de energía que se consume en fabricarlo (medio barril de petróleo crudo para fabricar un neumático de camión) y segundo porque tras su vida útil acaban en vertederos incontrolados, con el correspondiente impacto en el medio ambiente.
Un neumático esta compuesto, en términos porcentuales, por:
- Caucho 45%
- Humo negro 21%
- Metal 20%
- Textiles 4%
- Aditivos 8%
- Oxido de zinc 1%
- Azufre 1%
Entre los métodos para la recuperación de neumáticos están:
- Recauchutado
- Pirolisis
- Termólisis
- Incineración / Valorización
- Trituración criogénica
- Trituración mecánica
- Energía Eléctrica
- Compostaje de fangos
Pueden usarse también para fabricar alfombras, moquetas, aislantes de vehículos o losetas de goma.
Además, se utiliza para la construcción de pavimentos en usos deportivos, en campos de juego, suelos de atletismo o pistas de paseo y de bicicleta.
Los neumáticos enteros se pueden utilizar también para arrecifes artificiales, obras de refuerzo de taludes y muros de contención, entre otras.
Hay que tener en cuenta la valorización energética, utilización directa, como combustible de los neumáticos enteros o troceados, en centrales térmicas, cementeras y plantas industriales.
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